En tiempos donde lo privado se vuelve público con un solo clic, muchos padres comparten imágenes y videos de sus hijos en redes sociales sin medir las consecuencias legales. Esta práctica, conocida como sharenting, no solo afecta la privacidad de los menores, sino que puede implicar una vulneración de sus derechos fundamentales. En un reciente fallo, la Justicia argentina marcó un límite claro, recordando que la exposición digital de los hijos debe respetar el interés superior del niño.
