Existen diversos motivos por los cuales un empleador puede despedir a un empleado con justa causa, y uno de ellos es la falta de confianza debido al incumplimiento de obligaciones laborales. Esta es una opción segura en caso de un delito, ya que no se puede despedir al trabajador hasta que haya una sentencia definitiva, lo cual puede resultar contraproducente.
El despido con justa causa es la medida disciplinaria más severa que un empleador puede tomar sin tener que abonar ninguna indemnización al trabajador. Sin embargo, ¿qué hacer en caso de que el despido sea consecuencia de un delito cometido por el empleado? ¿Es recomendable presentar una denuncia penal?