El mundo jurídico no permanece ajeno a los avances tecnológicos. La digitalización de los procedimientos y la incorporación de herramientas de inteligencia artificial han dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad concreta.
En el caso del Sistema Nacional de Arbitraje de Consumo (SNAC), se han dado pasos significativos hacia un modelo más ágil, transparente y accesible, con la finalidad de mejorar la resolución de conflictos entre consumidores y proveedores.
En este artículo analizo en detalle cuáles son los cambios introducidos, qué implican para los consumidores y para las empresas, y por qué contar con asesoramiento legal especializado resulta clave para aprovechar las ventajas de este nuevo escenario.

